AMOR Y CIENCIA AL SERVICIO DE LOS NIÑOS
- 1 octubre, 2015
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Al ingresar al Instituto Roosevelt de Ortopedia Infantil se respira de inmediato el ambiente grato de una institución dedicada a hacer más productiva y cómoda la vida de los niños que, por una u otra causa, padecen limitaciones físicas que afectan su normal desarrollo.
Durante 55 años su nombre ha sido reconocido en todo el país como el de una institución con una clara vocación de servicio, cuyo principal objetivo ha sido la rehabilitación infantil física y moral, sin ningún tipo de discriminación.
No en vano fue destacado en octubre de 1999 en un especial histórico de la Revista Credencial, que lo catalogó como una de las 10 Obras Sociales del Siglo XX en Colombia, y en el que Juanita Salamanca Uribe destaca el hecho de que a lo largo de su historia, la entidad ha cumplido con precisión el propósito de no negar la atención a ningún paciente que lo requiera, dentro de su especialidad .
El Instituto Franklin Delano Roosevelt, como se conoció durante muchos años, nació en 1947 en una casa alquilada con poca capacidad (25 camas), bajo la dirección del doctor Juan Ruiz Mora, su creador y fundador, quien junto a los señores Gustavo Páez, Elvira Concha de Saldarriaga y Alvaro Zea Hernández, hicieron realidad este proyecto.
Su nombre fue un homenaje al presidente de Estados Unidos, quien durante su niñez padeció de Poliomielitis y gracias a su empeño logró rehabilitarse y llegar a ese alto cargo.
Siempre a la vanguardia Dos años más tarde el Instituto se trasladó a la sede de lo que fuera la Hostería El Venado de Oro, donde inició un desarrollo lento, pero constante y se convirtió en un asilo taller, que desde ese momento prestaba servicio de consulta externa, educación primaria y fisioterapia. En un principio se atendieron niños de Bogotá y Cundinamarca y después de 1949 a pacientes de todo el país.
El Instituto Roosevelt fue también protagonista en las campañas de prevención y erradicación de la Poliomielitis, enfermedad que hoy prácticamente desapareció en Colombia, pero que causó grandes estragos en su momento.
En 1952 el Instituto Roosevelt, que se siempre se ha mantenido a la vanguardia científica y tecnológica, inició la Escuela Colombiana de Rehabilitación para preparar profesionales en terapias, cuando en ningún país de Latinoamérica existían escuelas estructuradas académicamente para el aprendizaje de esta disciplina.
Simultáneamente desarrolló en sus instalaciones un taller para la fabricación de aparatos ortopédicos, indispensables para la rehabilitación de los pacientes, en el que los estudiantes del Colegio Nuestra señora del Rosario cumplieron un papel destacado.
Así, la institución continuó su desarrollo siempre en busca de prestar servicios más integrales, muchos de los cuales subsidiaba, hasta en un 90 por ciento, a personas de escasos recursos económicos. Esto era posible gracias a los aportes de sus benefactores, que aún hoy, hacen parte fundamental de la vida del Roosevelt.
En la actualidad el Instituto Roosevelt de Ortopedia Infantil cuenta con la más alta tecnología para el diagnóstico, tratamiento y rehabilitación de los niños en todas las subespecialidades ortopédicas y pediátricas.
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